La zona del este de Islandia, también conocida como Austurland, es la zona más pequeña de las que hemos dividido el país. Su principal atractivo son los fiordos, siendo Seyðisfjörður, su pueblo más bonito. Nosotros fue la única parada que hicimos en la zona. También paramos en Egilsstaðir, la ciudad más grande, pero fue para visitar una de sus gasolineras para poder llegar a la zona norte del país.

La noche anterior habíamos dormido en la pequeña ciudad de Djupivogur, por lo que tocaba adelantar algo de camino para tampoco tener que correr al final. Con esta intención nos hicimos los primeros 177 kilómetros bordeando los fiordos que separan Djupivogur de Seyðisfjörður, uno de los pueblos más bonitos del país.

Seyðisfjörður es el pueblo que más merece la pena visitar de los fiordos del este. Es una visita breve (se tarda casi más en llegar desde Egilsstaðir que en recorrer el propio pueblo) pero muy recomendable. Las casas de colores, la calle principal, su iglesia, el puerto y las cascadas que lo rodean, son sus principales atractivos. Nosotros no pasamos mucho tiempo porque casi nos congelamos, pero si el tiempo lo permite, darse un paseo por el pueblo tiene que ser la mar de agradable.

Una vez de vuelta en el coche y la calefacción a todo trapo, pusimos dirección a nuestra siguiente parada del día, a la que también había que echarle kilómetros: la espectacular cascada de Dettifoss ya en el norte de Islandia. Esta cascada, una de las más impresionantes del país, es también la de mayor volumen de agua de Europa.