Sídney es puro Australia, y eso no nos puede gustar más. La ciudad más famosa de la isla aussie no decepciona a nadie y eso es, porque lo tiene todo: zonas verdes, ambiente, edificios icónicos, la bahía, playas espectaculares, buen tiempo y un montón de cosas que hacer y sitios que ver

Nosotros no pudimos salir más encantados con Sídney. Si vienes hasta Australia, ni que decir tiene, que es una parada obligatoria y sino estás por aquí, te aconsejamos que la incluyas en tu lista de los lugares que visitar al menos una vez en tu vida. Hemos de decir que Sídney no es sólo un gran ciudad para visitar, sino que también sería una de las que elegiríamos para vivir, es cierto que no somos muy originales, pero la ciudad de la ópera nos encandiló.

En Sídney te puedes perder y fácilmente tirarte 10 días para conocerla a fondo, pero desde conmochilaomaleta te hemos preparado este post para que sepas lo que no te puedes perder de esta fabulosa ciudad.

¿Qué ver en Sydney?

-La Ópera de Sídney: Es el principal icono de la ciudad y prácticamente reconocido en todo el mundo. Quizás de cerca no es el edificio más bonito, pero de lejos con la bahía y el puente de fondo, es todo un espectáculo. Nosotros sólo la vimos por fuera, pero alberga espectáculos a los que se puede acudir casi de forma diaria, eso sí, no al alcance de todos los bolsillos. Actualmente se encuentran renovando partes del interior para mejor su acústica, en entredicho desde su construcción.

–Jardines Botánicos de Sídney: Quizás no el mas rico en cuanto a especies de Australia, pero para nosotros sin duda el más bonito. El contraste con el azul de la bahía es simplemente mágico. Son de acceso gratuito durante todos los días del año y se encuentra lleno de gente haciendo deporte. Es un sitio perfecto para evadirse del centro de la ciudad, a solo 5 minutos de éste.

–Silla de Mr. Macquarie: en tiempos de la colonia, la mujer del gobernador Macquaire se sentaba aquí para ver los barcos ingleses que llegaban a la bahía. Hoy en día se ha convertido en un mirador que se encuentra en la parte más oriental de los jardines y es bajo nuestro punto de vista, uno de los mejores lugares para ver el atardecer en la ciudad, junto con el Observatory Hill. Desde aquí se puede contemplar la ópera con la bahía de fondo y el puente. La típica foto de Sídney, una auténtica pasada.

-Sídney Harbour Bridge: otro de los iconos más famosos de la ciudad es este puente que une las dos orillas de Sídney. Acabado en 1932, esta increíble obra de ingeniería de más de 1km es de obligada visita. Se puede subir y recorrerlo a pie y para gente más aventurera que se quiera rascar el bolsillo, existe la opción de subir hasta la parte alta del puente, desde donde se tienen unas vistas de la bahía inmejorables.

-Catedrales de Sídney: las dos catedrales más importantes de la ciudad son la St. Mary’s Cathedral y la St Andrew’s Cathedral. Ambas de estilo gótico moderno merecen una visita por su interior. La primera es simplemente impresionante y nos atreveríamos a decir que es una de las más bonitas que vimos en Australia, aunque la St Andrew’s tampoco se queda atrás.

–State Library: se encuentra justo en frente de la entrada del jardín botánico y se divide en dos edificios. Alberga además de una biblioteca gigante, diferentes colecciones y exposiciones super interesantes. Además, la entrada es gratuita.

–The Rocks: es uno de los barrios más famosos y con más ambiente de la ciudad y se encuentra alojado entre Circular Quay (los muelles) y el Sydney Harbour Bridge. No puedes dejar de pasear por sus calles y callejuelas que se acaban uniendo como si fuesen un laberinto. Aquí no falta nada, ni mercados, ni decoración en las calles ni museos o restaurantes.

–Angel Place. Nosotros lo habíamos leído en algunos blogs y la verdad que fue todo un descubrimiento. Hoy en día es una de las calles más frecuentadas por los turistas que visitan la ciudad. Se encuentra decorada por jaulas que simbolizan la cantidad de pájaros que vivían esta zona y que fueron obligados a emigrar debido a la urbanización de la ciudad cuando era una colonia.

-Hyde Park. Construido en homenaje a su homólogo londinense por los ingleses colonizadores de la ciudad, bien merece un paseo por sus jardines sobre todo en días calurosos, para nosotros fue como un oasis, ya que visitamos la ciudad en plena ola de calor y a parte de en la playa, donde mejor se está es a la sombra de un buen árbol y eso en Hyde Park, no falta.

-Chinatown: el barrio chino de Sydney es uno de los más grandes de Australia y no puede faltar en tu ruta por la gran ciudad. Un paseo por sus calles es suficiente para hacerse la idea de lo grande que es esta comunidad en la ciudad. Además, si visitas la ciudad en sábado, debes saber que a partir de las 16h se celebra el Night Market en sus calles. Nosotros aprovechamos para cenar y si bien es cierto que los precios para ser un mercado nocturno tampoco son muy bajos, los platos son de calidad. Nosotros pedimos unos dumplings de cerdo que han pasado a formar parte de nuestro top 3 de dumplings de toda la vida.

-Queen Victoria Building o QVB: para nosotros, sin duda, el edificio más bonito de la ciudad. Son unas galerías repletas de tiendas y negocios, pero preciosamente decoradas. Desde el suelo, pasando por las barandillas y por el techo, desde donde cuelgan dos relojes espectaculares. Si tienes la suerte de visitarlo en navidad como nosotros, verás uno de los árboles de navidad más increíbles del mundo, decorado con cristales de Swarowsky y ocupando un alto igual a sus cuatro pisos de altura.

–Newtown: uno de los barrios mas alternativos de la ciudad. Comparable con el barrio de Fitzroy de Melbourne, aunque nosotros tenemos que reconocer que Newtown nos gustó bastante más. Consta de una calle llena de restaurantes alternativos y baratos, tiendas de ropa vintage y arte por cualquier esquina. Bien merece un paseo.

-Luna Park: al igual que Melbourne, Sydney también cuenta con su parque de atracciones retro, el Luna Park y, además, este es gratuito de visitar. Nosotros no pudimos entrar, pues con las medidas COVID no dejaban entrar para únicamente visitarlo así que, nos tuvimos que conformar con verlo desde fuera y sacarle unas cuantas fotos. Una pena, pues parece una auténtica chulada.

-Wendy’s Secret Garden. Este punto es algo menos turístico que todos los demás, sin embargo, está siendo muy conocido en los últimos años. Se trata de un jardín construido en la zona de Milsons Point con mesas y sombras para sentarse y apreciar las vistas de la bahía y el Harbour Bridge. Este jardín además tiene una historia súper interesante que podrás leer en la casa de Wendy, justo en frente del jardín.

-Bondi Beach. La mítica playa de Sídney. Obviamente no te la puedes perder. La playa está bien, nada espectacular, pero es todo lo que la rodea lo que la convierte en un sitio mítico. En la Bondi Beach se encuentran sus famosas piscinas naturales (Iceberg) a las que podrás acceder por 7AUD por persona, pero si no quieres pagar por ellas, has de saber que la mayoría de las playas de NSW cuentan con este tipo de piscinas de forma gratuita. Entre ellas la de Bronte.

Desde Bondi también sale el famoso Coastal Walk, que llega hasta la playa de Cooge a través de un camino super bonito que va atravesando playas, acantilados y hasta un curioso cementerio construido entre riscos. Son alrededor de 6 km.

-Manly: es uno de los barrios más al norte de Sídney, pero más que un barrio parece un pequeño pueblo costero. Se puede acceder en tren, en ferry o en coche, atravesando media ciudad, pero la verdad es que merece mucho la pena. Tanto la calle principal como el paseo marítimo que recorre la playa y llega a Shelly Beach son una maravilla.

–Visitar las playas del norte y la Central Coast: Estas playas son muy diferentes de las Bondi y compañía. Se encuentra a algo menos de 1h del centro de la ciudad y es muy popular entre los locales las escapadas a esta zona, especialmente en los fines de semana. Playas no faltan, nosotros visitamos entre otras, Whale Beach y Palm Beach. Ambas son muy parecidas en su parte salvaje y arena anaranjada, pero si es verdad que Palm Beach es diferente a todas las demás, ya que su típica lengua de arena bañada por un mar salvaje a un lado y por una bahía al otro es simplemente incomparable con el resto.

Palm Beach no sólo es un lugar idóneo para pasarse el día tirado en la playa o pasear por la orilla, sino que también puedes subir hasta el faro y el mirador de Barrenjoey, desde donde se aprecian unas vistas espectaculares de lo que hemos contado previamente. A nosotros personalmente nos encantó y estuvimos un buen rato arriba sacando fotos y disfrutando de las maravillosas vistas. La subida se realiza desde la parte más al norte de la playa y se tarda alrededor de unos 15-20 minutos en subir, algo menos en bajar. No podemos dejar de recomendar acercaros hasta aquí si estás de visita en Sídney o si estás haciendo un roadtrip por la costa este.