La famosa playa de Rainbow Beach (playa arcoíris), recibe su nombre de los colores de los acantilados que bordean la playa. Este color se debe a los minerales que contienen los acantilados y es lo que hace de la Rainbow Beach un lugar especial en todo Australia. Este contraste de colores es especialmente llamativo al atardecer y tenemos que reconocer que fue una de las playas que más nos gustaron en nuestro road trip por Queensland.

Nosotros pasamos en Rainbow Beach dos días y una noche, pero es uno de esos sitios que no nos hubiera importado para nada pasar más tiempo. Rainbow Beach es también una de las dos puertas de entrada a la Fraser Island, junto con Hervey Bay, por lo que también puede ser una buena base para explorar esta increíble isla.

¿Qué hacer en Rainbow Beach?

–Pueblo de Rainbow Beach: el pueblo no es más que una calle principal donde se encuentran un par de tiendas, bares, la oficina de turismo y algunas casas. Como recomendación personal, no te puedes perder el parque en el que desemboca la calle principal y se une a la playa, plagado de barbacoas y bancos.

-Poona Lake: es un lago transparente que se asienta sobre arena blanquecina y está situado a las afueras del pueblo. Puedes llegar a él haciendo un trecking que sale de la Bymen Picnic Area y tarda alrededor de las 2 horas.

-Playa de Rainbow Beach: es una playa enorme y paradisiaca de unos acantilados de arena multicolores. Algo peligrosa para el baño pues es mar abierto, pero con cuidado, perfecta para ello. Cuando la marea está baja, está permitido meter el coche (siempre que sea un 4×4) y circular por la playa, lo que a nuestro gusto le quita un poco de encanto a la playa, pero no lo puede tener todo.

–Inskip Point: es el punto más al norte de la población y desde donde salen los barcos con dirección a la Fraser Island. Nosotros nos acercamos a echar un vistazo, pero puedes obviarlo.

–Carlo Sand Blow: otro sitio que no te puedes perder si has llegado hasta Rainbow Beach, es el Carlo Sand Blow. Son un conjunto de dunas a las que se llega desde el propio aparcamiento (al final de la Carlo Road) y una pequeña ruta de 5-10 minutos. La peculiaridad de estas dunas es que se encuentran en lo alto de una colina, por lo que te sentirás en un desierto, pero con vistas, tanto a la Rainbow Beach como al parque nacional Great Sandy.

Como todo sitio elevado y con vistas, es especialmente recomendable al atardecer, donde la Rainbow Beach adquiere sus míticas tonalidades formando uno de los paisajes más bellos de la costa este australiana.

¿Dónde comer y dormir en Rainbow Beach?

Como podrás comprobar una vez estés aquí, el pequeño pueblo de Rainbow Beach a pesar de estar plenamente enfocado al turismo, no cuenta con grandes opciones gastronómicas. Aunque en la calle céntrica podrás divisar algún que otro restaurante, un fish and chips y el mítico hotel/bar australiano, nosotros decidimos darnos el capricho y hacer una barbacoa, en frente de la playa, un lujo donde los haya.

Si pretendes hacer lo mismo, te aconsejamos que vayas con la compra hecha, ya que, aunque existe un Mini supermercado en la calle principal, los precios aquí son bastante más elevados que fuera del pueblo debido a que se encuentra en pleno parque nacional.

Las opciones de alojamiento en Rainbow Beach también se cuentan con los dedos de las manos, al menos las económicas.  En temporada baja es más fácil ir sin reservar y los precios son algo más bajos, pero en temporada alta, te recomendamos que vayas con el alojamiento cogido, sino puedes tener algún que otro problema. Nosotros escogimos el Freedom Hostel, un sitio muy normalito y pagamos 32 AUD, no lo suficiente bueno como para recomendarlo. Eso sí, sus cervezas Corona a 2,5AUD fueron uno de los chollos del viaje.